Son Boter es una “possessió” (casa señorial) típica mallorquina de carácter rural que data del siglo XVIII, el edificio más antiguo de la Fundació. Se convierte en el segundo estudio de Joan Miró en Mallorca, que el artista adquiere en 1959 con el premio resultante del Guggenheim International Award por la creación del "Mur du soleil" y el "Mur de la lune", hechos para la sede de la UNESCO en París.
Este espacio contiguo a la casa de Son Abrines le permitía ampliar el área de trabajo y ganar intimidad, así como crear y almacenar obras de grandes dimensiones. Tal y como Miró comenta en una carta al arquitecto y amigo Josep Lluís Sert “acabo de adquirir Son Boter, la magnífica casa que estaba detrás de la nuestra. Esta, además de ser una buena inversión, me pone al abrigo de cualquier vecino molesto”.
Miró se apropió del espacio a través de trazos de carboncillo a modo de grafitis en las paredes, de gran singularidad, que configuran un espacio artístico en si mismo. Son figuras y personajes relacionados con sus esculturas. Tal como había sucedido en el Taller Sert, Miró fue creando un entorno propicio de trabajo mediante postales, dibujos y objetos de diversa procedencia.
Destinado inicialmente a taller de escultura, Son Boter pasa a ser su segundo estudio de pintura y un lugar de refugio. Años más tarde, la casa señorial albergará también unos talleres de grabado y litografía que permitirán a Miró la realización de obra gráfica sin salir de sus estudios. Estos talleres actualmente permanecen abiertos para la creación artística y las ediciones gráficas, y son el principal legado de Miró para que la Fundació de Mallorca sea un centro vivo y dinámico