El pasado 11 de febrero iniciamos las sesiones del taller familiar “La línia bellugadissa”, dirigidas a familias con niñas y niños de entre 6 y 12 años. Es un taller diseñado y ejecutado por Irene Gayà y Antònia Huguet, integrantes del equipo educativo de la Fundació Miró Mallorca; tiene como punto de partida la línea, el movimiento y la pintura mural colectiva.
A lo largo de esta primera sesión las familias participantes han visitado la antigua posesión de Son Boter y se han aproximado al espíritu creativo de Joan Miró a través de los grafitis que él mismo realizó con carboncillo sobre los grandes muros del edificio. A partir de la observación y la mirada atenta, los/as asistentes han conocido las particularidades y los secretos de este espacio único y fascinante.
Nos hemos imaginado cómo debía trabajar Miró aquí, concibiendo las paredes como un bloque de papel gigante que usaba para dibujar las ideas que tenía en relación con sus futuras esculturas y que, actualmente, nos ayudan a entender el complejo mundo interior del artista.
Para investigar y observar con más detenimiento los grafitis y el espacio interior de Son Boter hemos invitado a las familias a realizar su “pequeño Son Boter”, en el cual han podido incluir su propia impronta, capturar palabras y trazar líneas muy originales, que plasman el entorno paisajístico y arquitectónico de este lugar.
A continuación, partiendo de conceptos como trazo, movimiento, enigma, sorpresa, observación, exploración y percepción, hemos visitado la exposición temporal “El Miró de Son Boter”, la cual nos ha permitido establecer vínculos entre Son Boter y la génesis de múltiples obras escultóricas que fueron ideadas por el propio Miró en este espacio de creación tan emblemático.
Seguidamente, nos hemos dirigido al Espacio Educativo, donde las familias han tenido una primera toma de contacto con todos los materiales y las herramientas que Miró utilizó en la creación de sus impresionantes grafitis. Mediante varios ejercicios han aprendido los trucos imprescindibles para conseguir sugerentes efectos visuales con las barritas de carboncillo; han realizado líneas serpenteantes y alocadas con pintura negra y elementos naturales, y han enriquecido sus creaciones con palabras muy especiales y evocadoras.
Finalmente, hemos realizado una dinámica grupal donde el movimiento, el trazo, el carboncillo, la masa de grafito, el juego tipográfico y el color negro han sido el punto de partida de esta segunda parte. Se han obtenido como resultado dos magníficas obras colectivas, que se han materializado en dos murales de gran formato en las cristaleras y en el suelo de nuestro taller.
¡Hemos disfrutado de una mañana excepcional, donde la experimentación artística, el entusiasmo y la creatividad inagotables de las niñas y niños han sido los protagonistas indiscutibles de la jornada!